miércoles, 3 de octubre de 2012

LA VENGANZA LUEGO DE LA INFIDELIDAD EN EL MATRIMONIO

Puede que tengas la suerte que tu cónyuge te ame tanto, que no busque vengarse sexualmente de ti siéndote infiel también, pero eso quizás sea en la menor cantidad de casos. Su pensamiento será: “Si el lo hizo ¿por qué no puedo hacerlo yo? Si eso llega a ocurrir, todas las consecuencias que has leído aquí, vendrán sobre ti, ya que serás ahora tú la víctima.
Dicen que los hombres engañan más, pero que las mujeres engañan mejor. La verdad es que ambas cosas son lo mismo, no se trata de una competencia ni de una mejor venganza. Una infidelidad desde el punto de vista que se la mire es VENENO para el infiel y para la víctima.
Tipos de venganza hay muchos, puede ser una simple indiferencia, puede romper tus cosas, chocar tu carro, avergonzarte en público, puede hacer que pierdas tu trabajo, puede lesionarte gravemente y hasta como ya te dije, la muerte.
Después de una infidelidad, la mujer puede volverse más liberal y el hombre también, aunque no necesariamente lleguen a una infidelidad por venganza, notarás cambios en su forma de ser que no te gustarán, te condicionarán y por supuesto te harán recordar tu delito y vergüenza aunque esa no sea su intención.
Por último, si eres creyente, no tengo que decirte las consecuencias espirituales que esto tendría para ti, ¿lo sabes verdad?
Pienso, espero y estoy seguro que después de leer esto, ya no te quedarán ganas de hacer ninguna tontería, y si tu has sido ya víctima de una infidelidad, considera esto para no desquitarte o vengarte de tu cónyuge, porque eso implica también más consecuencias emocionales para ti que sólo empeorarán tu estado y que aquí mismo pudiste leer, sería un peligroso círculo vicioso.
Si ya cometiste un acto de infidelidad y tu cónyuge no lo sabe, jamás se lo digas, aunque el peso de tu conciencia no te deje dormir, no seas egoísta y confieses para sacarte la carga de encima, si amas a tu cónyuge resiste con ese peso estoicamente en tus espaldas, porque en el momento que se lo digas, comenzará su calvario y las consecuencias podrían ser hasta fatales. Si le dices no solucionarás nada, mejor es que sufras tu calvario solo y no hagas más daño del que ya ocasionaste y desde luego no lo vuelvas a hacer nunca más, terminando con esa relación de inmediato aunque te cueste. De aquí para adelante busca las causas de cómo llegaste a esta situación y empieza a trabajar para recomponer tu matrimonio.
Si tu cónyuge te descubre y te encara, por su protección emocional y no por tu seguridad, niégalo un par de veces, si ves que insiste y que tiene pruebas irrefutables, admítelo con arrepentimiento cuanto antes, por que ya lo sabe.  
                                                        

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